Raphael

RAPHAEL

ra’-a-el, ra’-fa-el (repha’el, de rapha’ ‘el, «Dios ha curado»; Rhaphael):

El nombre del ángel que, como Azarías, guía a Tobías a ECBATANA y RAGUEL (que ven). El propósito de su misión es, de acuerdo con su nombre, curar a Tobit de la ceguera, y liberar a Sara, la hija de Raguel, del poder del espíritu maligno Asmodaeus (Tobit 3:8; 12:14). Más tarde, además, cuando se revela a sí mismo (Tobías 12:15), declara que es «uno de los siete ángeles santos que presentan las oraciones de los santos y entran ante la gloria del Santo». Estos siete ángeles derivan, según el Dr. Kohut, de los siete Am-shaspands (Amesha-spentas) del zoroastrismo (comparar Apocalipsis 4:5). A la cabeza de la elaborada angelología de los libros de Enoc hay «cuatro presencias», y Rafael es una de ellas (En 40:9; 54:6). En el primero de estos pasajes, Rafael es el sanador; en el segundo, con Miguel, Gabriel y Fanuel, conduce a los malvados al castigo. Estas cuatro presencias parecen estar relacionadas con los cuatro «seres vivos» de Ezequiel (1:5) y del Apocalipsis (Apocalipsis 4:6). Aunque esta es la representación general de la posición de Rafael en Enoc, en 20:3 se le nombra entre los ángeles que «velan», cuyo número según el texto griego es siete. Rafael participó en la función asignada a los arcángeles, en la Oracula Sibyllina, de conducir las almas al tribunal de Dios (II, 215, texto de Alexandre). Ocupa un lugar destacado en los escritos medievales judíos; con Miguel y Gabriel curó a Abraham (Yoma’ 37a); según el libro Zohar, Rafael transmitió a Adán un libro que contenía 72 clases de sabiduría en 670 escritos. Los pintores del Renacimiento representaron frecuentemente a Rafael.

J. E. H. Thomson